Juan Carlos Cubeiro

Juan Carlos Cubeiro

Presidente, del Consejo de Human Age Institude

CuadradosCEG

Mi hija Zoe y un servidor disfrutamos de las últimas navidades pre-Covid en Toulouse, la ciudad más española de Francia. En una de las esquinas de su Plaza del Capitolio se encuentra el hotel Le Gran Balcon, en cuya habitación nº 32 se alojaba el piloto Antoine de Saint-Exupéry, autor de ‘El principito’. Suya es la frase: “Lo esencial es invisible a los ojos”.

Así ocurre con la transformación. Si tan sólo es digital, lo que comete la empresa es “digiticidio”, el suicidio acelerado de la organización. Debe acompañarla la transformación cultural, el modo de hacer las cosas. Generalmente, de la burocracia asfixiante a la apuesta por la innovación, la orientación al cliente y el trabajo en equipo. Una cuestión de liderazgo.

Sin un modelo de liderazgo propio, sin test adecuados, sin desarrollo efectivo (principalmente, coaching ejecutivo y de equipo), sin un proceso bien planificado (la logística de la transformación cultural), sin la transformación de capataces en líderes-entrenadores mediante reskilling, selección de nuevos profesionales y desvinculación de quienes no se adapten, la transformación quedará en agua de borrajas y la empresa desaparecerá más pronto que tarde ante el tsunami de un entorno megaVUCA. Aspectos que no son “de Recursos Humanos”, sino de ejecución de la estrategia con la ayuda de un modelo tan eficaz como el Modelo EFQM.

Cuando sabemos lo que hemos de hacer, dejar de hacerlo es falta de valentía. La transformación, la esencial, la invisible, es cuestión de liderazgo para generar una nueva cultura corporativa.