Para Hermanas Hospitalarias, la innovación y la excelencia en la gestión son dos pilares estratégicos. Como institución religiosa, incorporamos de manera trasversal en toda nuestra actividad los valores éticos y principios que nos caracterizan: hospitalidad, humanidad en la atención, sensibilidad por los excluidos, ética en nuestra actuación…
Entendemos la innovación como uno de los factores clave para nuestra sostenibilidad a medio y largo plazo. Innovar está en nuestro ADN y está presente en la actividad que desplegamos en los cuatro continentes. Buscar soluciones creativas para los problemas y necesidades que se plantean es uno de nuestros elementos diferenciales. Para afrontar el reto que supone la innovación debemos crear un clima laboral apropiado y asignar responsabilidades y recursos. Porque, en definitiva, innovar es una actitud. Debemos hacer coincidir nuestras capacidades como organización con las oportunidades que se nos ofrecen para posicionar a nuestra obra hospitalaria en cada ecosistema sanitario-social-educativo y laboral.
La excelencia en la gestión nos exige establecer procesos eficientes, tanto en la asignación de recursos como en el desarrollo y evaluación de resultados, con un enfoque centrado en la mejora continua. Al mismo tiempo, promovemos una cultura organizacional basada en la excelencia que fomenta el desarrollo profesional y personal de nuestros empleados, brindándoles oportunidades de formación continua. Esto aumenta su satisfacción laboral y contribuye a la retención del talento y al fortalecimiento de los equipos. Empoderarlos fomenta a su vez que aporten en su día a día ideas innovadoras que impulsen el progreso de la institución.
Para innovar, es necesario asumir una destrucción constructiva, una actitud creativa en un amplio sentido de la palabra: integrando a las personas dentro de una organización flexible con la vista puesta en el presente y el futuro.